lunes, 14 de diciembre de 2009

1.3 Actividades antropogénicas

1.3 Actividades antropogénicas: historia y sus consecuencias.
La contaminación antropogénica es aquella producida por los humanos, alguna de las mas importantes son. Industria. Según el tipo de industria se producen distintos tipos de residuos las mas peligrosas son las que producen contaminantes más peligrosos, como metales tóxicos.
Asentamientos humanos (pueblos y ciudades). La actividad doméstica produce principalmente residuos orgánicos, pero el alcantarillado arrastra además todo tipo de sustancias: emisiones de los automóviles hidrocarburos, plomo, otros metales, etc.
Agricultura y ganadería (campos de cultivo). Los trabajos agrícolas producen vertidos de pesticidas, fertilizantes y restos orgánicos de animales y plantas que contaminan de una forma difusa pero muy notable las aguas, además, muchas de las cosechas son regadas con aguas negras, alimentando las plantas con nuestros propios desechos.
La falta de cultura de algunas personas, propicia a la compra de nuevos sistemas de limpieza para tierras; en el caso de la agricultura, los cuales no se encuentran certificados para el cuidado de dicha tierra, ocasionando mayor daño en el menor tiempo, esto a su vez, produce vaporizaciones formando ahora nubes contaminadas, con lo que el mal antropogénico empieza a crecer, ocasionando un desastre natural muy severo, por el mismo medio de la naturaleza.

1.3.1 El medio ambiente como proveedor de alimentos, salud y energéticos.
Nos proporciona una inmensidad de beneficios, la tierra nos provee de una gran cantidad de alimentos como frutas y cereales, y además le proporciona alimento a otras especies que después nos alimentan.
Nos provee de una gran cantidad de medicamentos de origen natural, como las famosas plantas medicinales como la hierba de San Juan que posee propiedades terapéuticas, entre ellas la más destacada es la de antidepresivo
Además nos proporciona diversas formas de energía, como la fósil (petróleo), del cual se obtiene la gasolina y el diesel por ejemplo, la energía del viento, entre otras.
La base de la oferta energética, tanto para producción de electricidad, como para abastecer la inmensa flota de vehículos que circula por el globo, es el petróleo y el gas. Estos dos recursos no renovables representan el 96% de los insumos utilizados para el transporte mundial de bienes y personas.
Los crecientes requerimientos de crecimiento de agua para la producción de alimentos tanto en agricultura de temporal como de riego han implicado extracciones de agua, una significativa modificación de los regímenes de caudal y la degradación de la calidad del agua – todo con importantes implicaciones para la salud del ecosistema.
Llevar una patata a nuestro plato obliga a consumir agua, energía y materias primas, y además conlleva ciertos daños para el medioambiente: los abonos pueden filtrarse a los cursos de agua; los motores emiten gases contaminantes, etc. Todo ello se traduce en un determinado “impacto medioambiental”, que varía de unos alimentos a otros.
En el aire hay partículas en suspensión que pueden ser líquidas o sólidas y que se desprenden de forma natural de plantas, insectos, incendios, actividad volcánica… el ser humano también contribuye a su emisión de muchas formas, como resultado del uso de combustibles fósiles, quema de basuras, actividad industrial… entre las partículas suspendidas en el aire también hay gases que contienen metales pesados, carbón, nitratos y sulfatos que las personas inhalan.
Los pesticidas, los químicos, y el calentamiento global están causando cáncer, enfermedades y deteriorando la salud humana en general.
Hoy en día existen un cierto número de efectos sobre la salud que se suponen provocados por factores medioambientales; algunos ejemplos:
Las enfermedades respiratorias, el asma y las alergias, por la contaminación del aire
Trastornos neurológicos de desarrollo, por los metales pesados
El cáncer infantil, por una serie de agentes físicos, químicos y biológicos
Los plaguicidas tienen probablemente un efecto sobre la situación inmunológica, la alteración de los procesos endocrinos, los trastornos neurotóxicos y el cáncer.
La radiación ultravioleta puede reprimir la respuesta inmunológica y constituye una de las principales fuentes de cáncer de piel.

1.3.2 Impacto de la agricultura.
La agricultura siempre ha supuesto un impacto ambiental fuerte. Hay que talar bosques para tener suelo apto para el cultivo, hacer embalses de agua para regar, canalizar ríos, etc. La agricultura moderna ha multiplicado los impactos negativos sobre el ambiente. La destrucción y salación del suelo, la contaminación por plaguicidas y fertilizantes, la deforestación o la pérdida de biodiversidad genética, son problemas muy importantes a los que hay que hacer frente para poder seguir disfrutando de las ventajas que la revolución verde nos ha traído.
Los principales impactos negativos son:
a) Erosión del suelo:
La destrucción del suelo y su pérdida al ser arrastrado por las aguas o los vientos suponen la pérdida, en todo el mundo, de entre cinco y siete millones de hectáreas de tierra cultivable cada año, según datos de la FAO de 1996. El mal uso de la tierra, la tala de bosques, los cultivos en laderas muy pronunciadas, la escasa utilización de técnicas de conservación del suelo y de fertilizantes orgánicos, facilitan la erosión. En la península Ibérica la degradación de los suelos es un problema de primera importancia.
En los lugares con clima seco el viento levanta de los suelos no cubiertos de vegetación o de los pastizales sobreexplotados, grandes cantidades de polvo que son la principal fuente de contaminación del aire por partículas en estos lugares.
b) Salinización y anegamiento de suelos muy irrigados: Cuando los suelos regados no tienen un drenaje suficientemente bueno se encharcan con el agua y cuando el agua se evapora, las sales que contiene el suelo son arrastradas a la superficie. Según datos de la FAO casi la mitad de las tierras de regadío del mundo han bajado su productividad por este motivo y alrededor de 1,5 millones de hectáreas se pierden cada año.
c) Uso excesivo de fertilizantes y plaguicidas: Los fertilizantes y pesticidas deben ser usados en las cantidades adecuadas para que no causen problemas. En muchos lugares del mundo su excesivo uso provoca contaminación de las aguas cuando estos productos son arrastrados por la lluvia. Esta contaminación provoca eutrofización de las aguas, mortandad en los peces y otros seres vivos y daños en la salud humana.
Especialmente difícil de solucionar es la contaminación de las aguas subterráneas con este tipo de productos. Muchos acuíferos de las zonas agrícolas se han contaminado con nitratos hasta un nivel peligroso para la salud humana, especialmente para los niños.
d) Agotamiento de acuíferos: En las zonas secas y soleadas se obtienen excelentes rendimientos agrícolas con el riego y en muchos lugares, pro ejemplo en los conocidos invernaderos de Almería, se acude a las aguas subterráneas para regar. Pero los acuíferos han tardado en formarse decenas de años y cuando se les quita agua en mayor cantidad que la que les llega se van vaciando. Por este motivo las fuentes que surgían se secan, desaparecen humedales tradicionales en esa zona, y si están cerca del mar el agua salada va penetrando en la bolsa de agua, salinizándola, hasta hacerla inútil para sus usos agrícolas o para el consumo humano.
e) Pérdida de diversidad genética: En la agricultura y ganadería tradicionales había un gran aislamiento geográfico entre los agricultores y ganaderos de unas regiones y otras y por eso, a lo largo de los siglos, fueron surgiendo miles de variedades de cada planta o animal domesticado.
Esto supone una gran riqueza genética que aprovechaban los que hacían la selección de nuevas variedades. Su trabajo consiste, en gran parte en cruzar unas variedades con otras para obtener combinaciones genéticas que unan ventajas de todas ellas. Si se quiere conseguir una planta de trigo apta para un clima frío, que tenga el tallo corto y sea resistente a unas determinadas enfermedades, los genetistas buscaban las variedades que poseían alguna de esas características y las iban entrecruzando entre sí hasta obtener la que reunía todas.
En la actualidad cuando una variedad es muy ventajosa, la adoptan los grandes cultivadores de todo el mundo, porque así pueden competir económicamente en el mercado mundial. El resultado es que muchas variedades tradicionales dejan de cultivarse y se pierden si no son recogidas en bancos de semillas o instituciones especiales. Por otra parte, la destrucción de bosques, pantanos, etc. para dedicar esos terrenos a la agricultura provoca la desaparición de un gran número de ecosistemas.
También la agricultura moderna ha introducido el monocultivo, práctica en la que enormes extensiones de terreno se cultivan con una sola variedad de planta. Esto supone un empobrecimiento radical del ecosistema, con la consiguiente pérdida de habitas y de especies.
f) Deforestación: Alrededor de 14 millones de hectáreas de bosques tropicales se pierden cada año. Se calcula que la quema de bosques para dedicarlos a la agricultura es responsable del 80% al 85% de esta destrucción.
La agricultura moderna no es la principal responsable de esta deforestación, porque sus aumentos de producción se han basado mucho más en obtener mejores rendimientos por hectárea cultivada que en poner nuevas tierras en cultivo. De hecho, en España, por ejemplo, todos los años disminuye la extensión de las tierras cultivadas cuando muchas de ellas son abandonadas por su baja productividad.
La principal causa de destrucción del bosque es la agricultura de subsistencia de muchas poblaciones pobres de los países tropicales. Estos agricultores queman los bosques y la superficie así conseguida, gracias al abono de las cenizas, les permite obtener unas pocas cosechas, hasta que el terreno se empobrece tanto en nutrientes que se hace improductivo y deben acudir a otro lugar para quemar de nuevo otra porción de selva y repetir el proceso.
g) Consumo de combustibles fósiles y liberación de gases invernadero: La agricultura moderna gasta una gran cantidad de energía, como comentamos en las páginas anteriores, para producir los alimentos. Esto significa un elevado consumo de petróleo y otros combustibles y la emisión a la atmósfera de gran cantidad de CO2, con el consiguiente efecto invernadero. A la vez la quema de bosques y de pastizales es responsable muy principal del aumento de CO2 y de óxidos de nitrógeno en la atmósfera.

1.3.3 Impacto de la industrialización
La especie Homosapiens, es decir, el ser humano, apareció tardíamente en la historia de la Tierra, pero ha sido capaz de modificar el medio ambiente con sus actividades. Aunque, al parecer, los humanos hicieron su aparición en África, no tardaron en dispersarse por todo el mundo.
Aunque los primeros humanos sin duda vivieron más o menos en armonía con el medio ambiente, como los demás animales, su alejamiento de la vida salvaje comenzó en la prehistoria, con la primera revolución agrícola. La capacidad de controlar y usar el fuego les permitió modificar o eliminar la vegetación natural, y la domesticación y pastoreo de animales herbívoros llevó al sobre pastoreo y a la erosión del suelo. El cultivo de plantas originó también la destrucción de la vegetación natural para hacer hueco a las cosechas y la demanda de leña condujo a la denudación de montañas y al agotamiento de bosques enteros. Los animales salvajes se cazaban por su carne y eran destruidos en caso de ser considerados plagas o depredadores.
Mientras las poblaciones humanas siguieron siendo pequeñas y su tecnología modesta, su impacto sobre el medio ambiente fue solamente local. No obstante, al ir creciendo la población y mejorando y aumentando la tecnología, aparecieron problemas más significativos y generalizados. El rápido avance tecnológico producido tras la edad media culminó en la Revolución Industrial, que trajo consigo el descubrimiento, uso y explotación de los combustibles fósiles, así como la explotación intensiva de los recursos minerales de la Tierra. Fue con la Revolución Industrial cuando los seres humanos empezaron realmente a cambiar la faz del planeta, la naturaleza de su atmósfera y la calidad de su agua. Hoy, la demanda sin precedentes a la que el rápido crecimiento de la población humana y el desarrollo tecnológico someten al medio ambiente está produciendo un declive cada vez más acelerado en la calidad de éste y en su capacidad para sustentar la vida.
1) Dióxido de carbono:
Uno de los impactos que el uso de combustibles fósiles ha producido sobre el medio ambiente terrestre ha sido el aumento de la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera. La cantidad de CO2 atmosférico había permanecido estable, aparentemente durante siglos, pero desde 1750 se ha incrementado en un 30% aproximadamente. Lo significativo de este cambio es que puede provocar un aumento de la temperatura de la Tierra a través del proceso conocido como efecto invernadero. El dióxido de carbono atmosférico tiende a impedir que la radiación de onda larga escape al espacio exterior; dado que se produce más calor y puede escapar menos, la temperatura global de la Tierra aumenta.
2) Acidificación:
Asociada también al uso de combustibles fósiles, la acidificación se debe a la emisión de dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno por las centrales térmicas y por los escapes de los vehículos a motor. Estos productos interactúan con la luz del Sol, la humedad y los oxidantes produciendo ácido sulfúrico y nítrico, que son transportados por la circulación atmosférica y caen a tierra, arrastrados por la lluvia y la nieve en la llamada lluvia ácida, o en forma de depósitos secos, partículas y gases atmosféricos.

La lluvia ácida es un importante problema global. La acidez de algunas precipitaciones en el norte de Estados Unidos y Europa es equivalente a la del vinagre. La lluvia ácida corroe los metales, desgasta los edificios y monumentos de piedra, daña y mata la vegetación y acidifica lagos, corrientes de agua y suelos, sobre todo en ciertas zonas del noreste de Estados Unidos y el norte de Europa. En estas regiones, la acidificación lacustre ha hecho morir a poblaciones de peces. Hoy también es un problema en el sureste de Estados Unidos y en la zona central del norte de África. La lluvia ácida puede retardar también el crecimiento de los bosques; se asocia al declive de éstos a grandes altitudes tanto en Estados Unidos como en Europa.

3) Destrucción del ozono:
En las décadas de 1970 y 1980, los científicos empezaron a descubrir que la actividad humana estaba teniendo un impacto negativo sobre la capa de ozono, una región de la atmósfera que protege al planeta de los dañinos rayos ultravioleta. Si no existiera esa capa gaseosa, que se encuentra a unos 40 Km. de altitud sobre el nivel del mar, la vida sería imposible sobre nuestro planeta. Los estudios mostraron que la capa de ozono estaba siendo afectada por el uso creciente de clorofluorocarbonos (CFC, compuestos de flúor), que se emplean en refrigeración, aire acondicionado, disolventes de limpieza, materiales de empaquetado y aerosoles. El cloro, un producto químico secundario de los CFC ataca al ozono, que está formado por tres átomos de oxígeno, arrebatándole uno de ellos para formar monóxido de cloro. Éste reacciona a continuación con átomos de oxígeno para formar moléculas de oxígeno, liberando moléculas de cloro que descomponen más moléculas de ozono.
Al principio se creía que la capa de ozono se estaba reduciendo de forma homogénea en todo el planeta. No obstante, posteriores investigaciones revelaron, en 1985, la existencia de un gran agujero centrado sobre la Antártica; un 50% o más del ozono situado sobre esta área desaparecía estacionalmente. En el año 2001 el agujero alcanzó una superficie de 26 millones de kilómetros cuadrados, un tamaño similar al detectado en los tres últimos años. El adelgazamiento de la capa de ozono expone a la vida terrestre a un exceso de radiación ultravioleta, que puede producir cáncer de piel y cataratas, reducir la respuesta del sistema inmunitario, interferir en el proceso de fotosíntesis de las plantas y afectar al crecimiento del fitoplancton oceánico. Debido a la creciente amenaza que representan estos peligrosos efectos sobre el medio ambiente, muchos países intentan aunar esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. No obstante, los CFC pueden permanecer en la atmósfera durante más de 100 años, por lo que la destrucción del ozono continuará durante décadas.
4) Hidrocarburos clorados:
El uso extensivo de pesticidas sintéticos derivados de los hidrocarburos clorados en el control de plagas ha tenido efectos colaterales desastrosos para el medio ambiente. Estos pesticidas órgano clorados son muy persistentes y resistentes a la degradación biológica. Muy poco solubles en agua, se adhieren a los tejidos de las plantas y se acumulan en los suelos, el sustrato del fondo de las corrientes de agua y los estanques, y la atmósfera. Una vez volatilizados, los pesticidas se distribuyen por todo el mundo, contaminando áreas silvestres a gran distancia de las regiones agrícolas, e incluso en las zonas ártica y antártica. Aunque estos productos químicos sintéticos no existen en la naturaleza, penetran en la cadena alimentaría. Los pesticidas son ingeridos por los herbívoros o penetran directamente a través de la piel de organismos acuáticos como los peces y diversos invertebrados. El pesticida se concentra aún más al pasar de los herbívoros a los carnívoros. Alcanza elevadas concentraciones en los tejidos de los animales que ocupan los eslabones más altos de la cadena alimentaría, como el halcón peregrino, el águila y el quebrantahuesos. Los hidrocarburos clorados interfieren en el metabolismo del calcio de las aves, produciendo un adelgazamiento de las cáscaras de los huevos y el consiguiente fracaso reproductivo. Como resultado de ello, algunas grandes aves depredadoras y piscívoras se encuentran al borde de la extinción. Debido al peligro que los pesticidas representan para la fauna silvestre y para los seres humanos, y debido también a que los insectos han desarrollado resistencia a ellos, el uso de hidrocarburos halogenados como el DDT está disminuyendo con rapidez en todo el mundo occidental, aunque siguen usándose en grandes cantidades en los países en vías de desarrollo. A comienzos de la década de 1980, el EDB o dibromoetano, un pesticida halogenado, despertó también gran alarma por su naturaleza en potencia carcinógena, y fue finalmente prohibido.
5) Otras sustancias tóxicas:
Las sustancias tóxicas son productos químicos cuya fabricación, procesado, distribución, uso y eliminación representan un riesgo inasumible para la salud humana y el medio ambiente. La mayoría de estas sustancias tóxicas son productos químicos sintéticos que penetran en el medio ambiente y persisten en él durante largos periodos de tiempo. En los vertederos de productos químicos se producen concentraciones significativas de sustancias tóxicas. Si éstas se filtran al suelo o al agua, pueden contaminar el suministro de agua, el aire, las cosechas y los animales domésticos, y han sido asociadas a defectos congénitos humanos, abortos y enfermedades orgánicas. A pesar de los riesgos conocidos, el problema no lleva camino de solucionarse. Recientemente, se han fabricado más de 4 millones de productos químicos sintéticos nuevos en un periodo de quince años, y se crean de 500 a 1.000 productos nuevos más al año.
6) Radiación:
Aunque las pruebas nucleares atmosféricas han sido prohibidas por la mayoría de los países, lo que ha supuesto la eliminación de una importante fuente de lluvia radiactiva, la radiación nuclear sigue siendo un problema medioambiental. Las centrales siempre liberan pequeñas cantidades de residuos nucleares en el agua y la atmósfera, pero el principal peligro es la posibilidad de que se produzcan accidentes nucleares, que liberan enormes cantidades de radiación al medio ambiente, como ocurrió en Chernóbil, Ucrania, en 1986. Un problema más grave al que se enfrenta la industria nuclear es el almacenamiento de los residuos nucleares, que conservan su carácter tóxico de 700 a 1 millón de años. La seguridad de un almacenamiento durante periodos geológicos de tiempo es, al menos, problemática; entre tanto, los residuos radiactivos se acumulan, amenazando la integridad del medio ambiente.
7) Pérdida de tierras vírgenes:
Un número cada vez mayor de seres humanos empieza a cercar las tierras vírgenes que quedan, incluso en áreas consideradas más o menos a salvo de la explotación. La insaciable demanda de energía ha impuesto la necesidad de explotar el gas y el petróleo de las regiones árticas, poniendo en peligro el delicado equilibrio ecológico de los ecosistemas de tundra y su vida silvestre. Los bosques tropicales, sobre todo en el Sureste asiático y en la Amazonia, están siendo destruidos a un ritmo alarmante para obtener madera, despejar suelo para pastos y cultivos, para plantaciones de pinos y para asentamientos humanos. En la década de 1980 se llegó a estimar que las masas forestales estaban siendo destruidas a un ritmo de 20 ha por minuto. Otra estimación daba una tasa de destrucción de más de 200.000 km2 al año. En 1993, los datos obtenidos vía satélite permitieron determinar un ritmo de destrucción de casi 15.000 km2 al año, sólo en la cuenca amazónica. Esta deforestación tropical podría llevar a la extinción de hasta 750.000 especies, lo que representaría la pérdida de toda una multiplicidad de productos: alimentos, fibras, fármacos, tintes, gomas y resinas. Además, la expansión de las tierras de cultivo y de pastoreo para ganado doméstico en África, así como el comercio ilegal de especies amenazadas y productos animales podría representar el fin de los grandes mamíferos africanos.
8) Erosión del suelo:
La erosión del suelo se está acelerando en todos los continentes y está degradando unos 2.000 millones de hectáreas de tierra de cultivo y de pastoreo, lo que representa una seria amenaza para el abastecimiento global de víveres. Cada año la erosión de los suelos y otras formas de degradación de las tierras provocan una pérdida de entre 5 y 7 millones de hectáreas de tierras cultivables. En el Tercer Mundo, la creciente necesidad de alimentos y leña han tenido como resultado la deforestación y cultivo de laderas con mucha pendiente, lo que ha producido una severa erosión de las mismas. Para complicar aún más el problema, hay que tener en cuenta la pérdida de tierras de cultivo de primera calidad debido a la industria, los pantanos, la expansión de las ciudades y las carreteras. La erosión del suelo y la pérdida de las tierras de cultivo y los bosques reducen además la capacidad de conservación de la humedad de los suelos y añade sedimentos a las corrientes de agua, los lagos y los embalses. Véase también Degradación del suelo.
9) Demanda de agua y aire:
Los problemas de erosión descritos más arriba están agravando el creciente problema mundial del abastecimiento de agua. La mayoría de los problemas en este campo se dan en las regiones semiáridas y costeras del mundo. Las poblaciones humanas en expansión requieren sistemas de irrigación y agua para la industria; esto está agotando hasta tal punto los acuíferos subterráneos que empieza a penetrar en ellos agua salada a lo largo de las áreas costeras en Estados Unidos, Israel, Siria, los estados árabes del golfo Pérsico y algunas áreas de los países que bordean el mar Mediterráneo (España, Italia y Grecia principalmente). Algunas de las mayores ciudades del mundo están agotando sus suministros de agua y en metrópolis como Nueva Delhi o México D.F. se está bombeando agua de lugares cada vez más alejados. En áreas tierra adentro, las rocas porosas y los sedimentos se compactan al perder el agua, ocasionando problemas por el progresivo hundimiento de la superficie; este fenómeno es ya un grave problema en Texas, Florida y California. El mundo experimenta también un progresivo descenso en la calidad y disponibilidad del agua. En el año 2000, 508 millones de personas vivían en 31 países afectados por escasez de agua y, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 1.100 millones de personas carecían de acceso a agua no contaminada. En muchas regiones, las reservas de agua están contaminadas con productos químicos tóxicos y nitratos. Las enfermedades transmitidas por el agua afectan a un tercio de la humanidad y matan a 10 millones de personas al año.
Durante la década de 1980 y a comienzos de la de 1990, algunos países industrializados mejoraron la calidad de su aire reduciendo la cantidad de partículas en suspensión así como la de productos químicos tóxicos como el plomo, pero las emisiones de dióxido de azufre y de óxidos nitrosos, precursores de la deposición ácida, aún son importantes.

1.3.4 La población humana.
La población humana comenzó a instalarse en poblados hace unos 10 000 años. Sumarían en ese momento entre cinco y diez millones de personas, un número que no afectaba de forma importante al ecosistema. A partir de entonces el crecimiento de la población fue gradual, pero relativamente lento hasta llegar al siglo XX en el que este crecimiento se ha acelerado.
Al crecimiento en población se ha unido el progreso técnico que nos ha dotado de una capacidad de modificar el ambiente desconocida hasta hace unos cien años. Selvas que tardaron miles de años en formarse o depósitos de petróleo que se acumularon a lo largo de millones de años están siendo consumidos en el transcurso de una sola generación.
¿Qué influencia tiene el crecimiento de la población en la degradación ambiental? ¿Cómo está relacionada con el desarrollo? ¿Qué se puede predecir de su evolución en el futuro?
Crecimiento de la población mundial
Hace unos 2000 años se calcula que los habitantes de la Tierra serían unos 200 millones y no fue hasta 1804 cuando se llegó a los 1000 millones. A partir de entonces, según los datos de NNUU (Naciones Unidas) la marcha de la población fue:
1000 millones
1804
2000 millones
1927 (123 años después)
3000 millones
1960 (33 años después)
4000 millones
1974 (14 años después)
5000 millones
1987 (13 años después)
6000 millones
1999 (12 de octubre) (12 años después)
Las Naciones Unidas, y otras instituciones, hacen estimaciones de cual será la población en el futuro. Los datos que se dan para los próximos diez o veinte años son bastante fiables. A partir de ahí ya es muy difícil hacer predicciones y las que se dan tienen muy poco valor.
Según las predicciones medias de la División de Población de NNUU, las estimaciones son:
6000 millones
1998 (11 años después) (ha sido un año más tarde
7000 millones
2009 (11 años después)
8000 millones
2021 (12 años después)
9000 millones
2035 (14 años después)
10000 millones
2054 (19 años después)
11000 millones
2093 (39 años después)
Según estas previsiones la población se estabilizaría en unos 11500 millones; pero de hecho se está dando una disminución claramente más rápida que la que las NNUU preveían y ya se está hablando de estabilización de la población en menos de 11000 millones
Las grandes diferencias
Bajo las cifras de crecimiento del conjunto de la Tierra se esconden grandes diferencias de ritmos de crecimiento y de situaciones de población
a) Países desarrollados.- El crecimiento de la población en los países desarrollados se ha frenado mucho en las últimas décadas.
En resumen se puede concluir que:
el crecimiento de la población mundial se da, principalmente en los países en vías de desarrollo;
el descenso del ritmo de crecimiento es notable en todo el mundo, mayor incluso del que hace unos años se preveía; y
factor a tener en cuenta en algunos países desarrollados es la disminución de población que empezará a producirse en ellos muy pronto.
La Demografía es la ciencia que estudia la población. Los demógrafos recogen información sobre la población humana actual y del pasado y hacen predicciones sobre su futuro.
Las predicciones de como será la población dentro de unos años son también especialmente difíciles. Son de fiar las que se hacen a plazos cortos, pero a medio o largo plazo (más de 25 años) tiene muy poco interés, porque sus posibilidades de error son muy grandes.
Componentes de la Población.-
En el estudio de una población interesan tres componentes: nacimientos, fallecimientos y migraciones
Causas de la situación demográfica
La explicación de los grandes cambios poblacionales en estos últimos decenios es compleja. Algunos de los fenómenos que los explican son:
Disminución de la mortalidad.- El aumento "explosivo" de la población en el último siglo no ha sido debido a que haya aumentado la tasa de natalidad sino a que ha disminuido mucho la mortalidad, especialmente la infantil. Lógicamente, si los nacidos llegan a adultos en mayor número, la población crece, pero además, cuando pasan unos años, aumenta el número de mujeres en edad de procrear y, por tanto el número de hijos que en conjunto tienen aunque el número de hijos por mujer permanezca igual. Así se entiende que el aumento de la población haya sido exponencial.
Disminución de la natalidad.- En todos los países se ha comprobado que años después de que la población haya empezado a aumentar por el motivo anterior, comienza la natalidad a disminuir y se reduce el número de hijos por mujer. Con el tiempo esta disminución contrarresta el aumento de la esperanza de vida. A este proceso se le conoce como "teoría de la transición demográfica".
Desarrollo y pobreza.- Que las familias tengan menos hijos está muy relacionado con el nivel económico. Los pobres, especialmente en una economía agraria, tienen más hijos porque son para ellos fuente de riqueza -mano de obra para el trabajo agrícola- y de seguridad para el futuro. Con el desarrollo económico, la educación y la incorporación de la mujer al trabajo, el número de hijos disminuye.
Costumbres sociales y políticas demográficas.- La facilidad de las comunicaciones y la influencia de la televisión hacen que los modelos de comportamiento se imiten y contagien a todo el mundo con una facilidad inimaginable hace unos años. De esta manera actitudes divorcistas, abortistas, permisivismo sexual y programas de control de la natalidad que favorecen modelos de familia con muy pocos hijos se han extendido por todo el mundo con gran rapidez.
Las grandes ciudades son un foco de contaminación y de presión sobre el medio ambiente. La distribución de sus zonas residenciales, comerciales y de trabajo obliga al uso del automóvil a un gran número de ciudadanos; sus habitantes generan residuos en cantidades crecientes y sus barrios se extienden convirtiendo espacios naturales en asfalto y hormigón. Y, sin embargo, el proceso de urbanización, bien hecho, podría favorecer la conservación del medio natural. Unas ciudades bien organizadas que facilitaran el uso del transporte público y con amplias zonas verdes serían mucho menos dañinas. Además la concentración de la población en las ciudades va dejando grandes espacios naturales despoblados que, bien gestionados, ayudarían a mantener la vida natural del planeta.

1.3.5 Impacto de la urbanización
Podemos entender por urbanización como la construcción de obras en las poblaciones, comunidades y ciudades tales como viviendas, vías de comunicación como las carreteras, introducción de agua potable, drenaje, energía eléctrica, escuelas etc. Todo ello para beneficio del ser humano.
Otras de las obras de urbanización son la instalación de grandes centros comerciales en las ciudades, gasolineras, industrias, hospitales y ductos en los que se transportan combustibles como el gas natural, gasolina etc.
Todas la obras de urbanización se llevan a cabo con la finalidad de brindarle una vida más cómoda a los habitantes de una población o ciudad, sin embargo antes de llevar a cabo una obra se debe analizar el impacto que causará al entorno ecológico o perjuicios a las personas que viven adyacentemente al lugar en donde se pretende llevar a cabo la obra.
Por ejemplo en la construcción de una carretera o una autopista, se debe tener cuidado en no dañar considerablemente el ecosistema adyacente en donde va a pasar dicha vía de comunicación y deben de cercarse ambos lados de la vía para evitar que los animales silvestres crucen la vía y ocasionen accidentes a los usuarios de la misma.
En la instalación de una gasolinera, se debe construir a una cierta distancia de las zonas habitacionales, además de contar con instrumentos o aparatos contra incendios, dado que es un lugar donde se manejan productos inflamables. También se debe disponer de un buen drenaje y evitar que los combustibles lleguen a los mantos freáticos y contamine a los mismos.
En la instalación de plantas generadoras de electricidad se deben dar prioridad a los que usan tecnologías limpias como las hidroeléctricas, en el cual se hierve agua y el vapor de ésta se utiliza para mover turbinas que se conectan a generadores eléctricos, en lugar de quemar combustibles como el carbón y el petróleo, que además de utilizar estos recursos no renovables, la combustión de los mismos generan gases que contaminan a la atmósfera.
Los espacios rurales pertúrbanos.
Si la dicotomía rural-urbano ha estado clara hasta etapas recientes, en gran parte de la superficie mundial, existen áreas en la actualidad en que la expansión o proyección de la ciudad hacia el campo mediante flujos e interrelaciones de residencia, ocio, turismo e industria, difícilmente pueden clarificarse como rurales o urbanos. Son zonas que aparecen como un campo urbanizado o una ciudad ruralizada. Son espacios que rodean a las ciudades grandes de los países desarrollados y que se les da el nombre de áreas “peri urbanas”.
Características:Se mantiene el uso agrario, aunque con él convive el uso residencial, el industrial, el de servicios. Pero ese espacio agrario que se mantiene es el primero que sufre una transformación. Otra característica es la dispersión tanto residencial como industrial. Otra de las funciones es la comercial y un último demandante es el sector servicios. Todo esto da lugar en el espacio rural peri urbano de una gran heterogeneidad.
Procesos de industrialización en áreas rurales.
La industrialización ha sido uno de los principales agentes productores de cambios estructurales en las áreas rurales de los países desarrollados. La disminución de la población activa se compensa en parte por la expansión de las actividades y de servicios, desapareciendo los contrastes de los espacios urbanos y rurales. Las fábricas aparecen en los paisajes rurales y los obreros industriales son muy numerosos, habiendo diversificado el mercado de trabajo. Para unos investigadores es función de una revitalización económica de las áreas rurales, otros la creen consecuencia de la reestructuración del sistema económico en su conjunto.

1.3.6 El crecimiento económico
Definición de crecimiento económico
El concepto de crecimiento económico se refiere al incremento porcentual del producto bruto interno de una economía en un período de tiempo.
Algebraicamente:
Crecimiento económico = (PBI2 – PBI1) / PBI1 = ΔPBI / PBI
Donde:
PBI2: Producto bruto interno en el período 2
PBI1: Producto bruto interno en el período 1
ΔPBI: Variaciσn del producto bruto interno
Los valores suelen estar expresados en términos per cápita. y en términos reales para tener en cuenta los efectos de las variaciones en los niveles de precios.
El crecimiento es una medida del bienestar de la población de un país o región económica y del éxito de las políticas económicas. Implícitamente, se supone que un elevado crecimiento económico es beneficioso para el bienestar de la población, es decir que un elevado crecimiento económico sería un resultado deseado por las autoridades políticas y por la población de un país.
Crecimiento económico y desarrollo
Un concepto más amplio que capta los aspectos no considerados por el producto bruto es el concepto de desarrollo económico, que incluye, además de aspectos como el nivel de producción, aspectos estructurales como la educación de la población, indicadores de mortalidad, esperanza de vida, etc. En el concepto de desarrollo también se incluyen nociones más abstractas como la libertad política, la seguridad social, etc.
Causas del crecimiento económico
¿Cuáles son las causas del crecimiento económico?
Las teorías económicas de crecimiento se refieren al crecimiento de la producción potencial, o nivel de producción de pleno empleo.
La opinión popular suele dar tres tipos de respuestas con respecto a las causas del crecimiento económico: la primera nos dice que la economía crece porque los trabajadores tienen cada vez más instrumentos para sus tareas, más máquinas, es decir, mas capital. Para los defensores de esta idea, la clave del crecimiento económico está en la inversión. La segunda respuesta es que los trabajadores con un mayor stock de conocimientos son más productivos y con la misma cantidad de insumos son capaces de obtener una mayor producción. Entonces la clave del crecimiento sería la educación, que incrementaría el capital humano o trabajo efectivo. El tercer tipo de respuesta nos dice que la clave está en obtener mejores formas de combinar los insumos, máquinas superiores y conocimientos más avanzados. Los defensores de esta respuesta afirman que la clave del crecimiento económico se encuentra en el progreso tecnológico. En general se considera que estas tres causas actúan conjuntamente en la determinación del crecimiento económico.
Las teorías de crecimiento económico explican sus causas utilizando modelos de crecimiento económico, que son simplificaciones de la realidad que permiten aislar fenómenos que se quiere estudiar. Estos modelos de crecimiento económico no se refieren a ninguna economía en particular, aunque sí pueden ser contrastados empíricamente. Ejemplos de modelos de crecimiento económico son el modelo de Solow, el modelo de Harrod Domar, el modelo de Kaldor, el modelo AK, el modelo de Ramsey, modelos de crecimiento endógeno, como el modelo de Romer, el modelo de Lucas o el modelo de Aghion y Howitt, etc.
El crecimiento se refiere a términos nominales económicos que crecen o decrecen, el desarrollo económico, es un concepto más amplio, en donde el bienestar y las consideraciones naturales tienen un papel más fundamental.

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